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María Maceiras: “La primera vez que salí al mar me puse a llorar de felicidad”

- 18/05/2023 -

Viene de familia marinera de toda la vida, pero estudiaba para ser asistente de personas en dependencia. Sin embargo, su pareja le animó a lanzarse a la aventura del mar y juntos se compraron un barco. Hoy María es una rara avis en el mar; mujer y menor de 30 años en una profesión tradicionalmente masculina y a la que le cuesta encontrar relevo generacional. Además de salir a pescar y estudiar para ser patrona de barco, dedica un buen rato al día a contar en las redes sociales su día a día de pescadora y su compromiso con el futuro de los océanos. 

He leído que te hiciste pescadora por amor.

Un poco sí, mi padre y mi madre son marineros de toda la vida, pero nunca lo tuve presente para trabajar. Cuando mi pareja decidió invertir en el barco, me preguntó si quería probar con él. Así que me saqué unos cursos básicos de marisqueo y marinero pescador para ser trabajadora del mar. 

¿Y qué sentiste la primera vez que saliste a pescar? 

Me monté en el barco el primer día y vi a todos los compañeros saliendo al mar con una sensación de tranquilidad y ese olor… Es todo un sentimiento y empecé a llorar, eran lágrimas de felicidad, porque me siento libre en el mar. Mi pareja me dijo: “¡Pero tú qué haces llorando, hombre!, pero lo entendió. “Si te gusta, te animo, como te animé desde el principio”, me dijo. 

Y te has animado tanto que estás haciendo más cursos para ser patrona de barco. ¿Mejor eso que ser pescadora?

A mí lo que me gusta es que me digan marinera, me llena de orgullo porque al final ser marinera en mi pueblo no es algo que esté bien visto, no se enorgullecen de ello. Marinero acaba siendo el que no estudia, si no estudias, vas a ir para el mar. 

Me gustaría tener mi propio barco, decir que soy patrona

Eres mujer y joven, precisamente todo lo que falta en el mundo de la pesca. ¿Has sentido alguna discriminación por ello? 

El relevo generacional está ahí, el barco de mi padre era de mi abuelo. Tengo compañeros que se están jubilando y ponen el barco en venta, porque quieren que sus hijos estudien, porque piensan que esto es muy duro. Mis amigas me apoyaron. Y a mi madre no le importó que me dedicara a esto. Simplemente me dijo que fuera feliz, pero también era cauta al principio, me decía que no saliese a alta mar, que me quedase solo en la ría y me llamaba muchas veces con excusas muy tontas, como “no sé donde está la sal o qué hago hoy de comer”. Todo para saber si estaba bien. 

Por parte de mis compañeros no he sentido ninguna discriminación, siempre me han hecho sentir muy bien. Al principio pensaba que tenía que todo se basaba en la fuerza, pero un compañero me dijo que tensase el cabo y lo destensase (hacer nudos) hasta que me saliese. La gente de otros sitios que llega a la lonja se sorprende al ver que yo también salgo a pescar. En mi cofradía no hay mujeres que se dediquen a la nasa (pesca que se realiza con cestas colocadas en el fondo del mar) pero creo que es más sorpresa que desprecio. 

Hace unos meses empiezas a subir vídeos a Tik-tok y te conviertes en una celebridad. ¿Por qué empiezas a contarnos tu día?

Empiezo casi de broma, con mi pareja, porque veía muchas cosas que me sorprendían. Yo empecé a grabar los vídeos para que mis compañeros vieran lo que había hecho ese día. Y ellos comenzaron a pedirme el vídeo del día. Después de grabarlos dijo mi pareja, voy a subir uno de estos vídeos a Tik-tok, el primero tuvo 80.000 reproducciones en un solo día. 

¿Hay interés entonces en el tema? 

En ese vídeo yo tiraba un bogavante ovado al mar porque no se pueden coger las hembras con huevos. Y la gente me preguntaba que por qué no lo había marcado, que es romperle una antena para que se sepa que es hembra. Pero eso aquí no se hace. Y con el vídeo la gente se da cuenta de que es ilegal coger los bogavantes ovados. 

Me llena de orgullo que me llamen marinera

¿Y ahora tienes un propósito? 

Intentar que mi trabajo se valore un poco más, que la gente joven no piense que es un trabajo para gente que no puede o quiere estudiar. Yo voy a seguir formándome, y si te formas vas a seguir aprendiendo. Me gustaría que con estos vídeos pudiera haber relevo generacional y que las mujeres que se quieran dedicar a esto se animen.  

Estos vídeos además de popularidad, te han dado reconocimiento profesional. Este año recibiste el premio Nacional de Gastronomía Talento Joven de la Real Academia de Gastronomía.

Es gracioso, me llamaron a las 8.30 de la noche, llevaba dos días con fiebre, estaba en casa de mis padres y pensé que me estaban gastando una broma. Hasta que me convencieron de que era verdad. Cuando llegué a Madrid fue una sorpresa, yo no había montando en avión en mi vida, no había ido a Madrid en mi vida y todas las personas fueron maravillosas. Estaba Abraham García allí, al lado de esta niña superjoven…fue tan emocionante que ni siquiera me di cuenta de que estuve hablando gallego todo el rato.

¿Cuál es tu principal sueño en el mundo de la pesca?

Voy de a poquitos, mi sueño es sacar el curso de patrón, ahorrar, comprarme mi embarcación y tener un hueco en el mar. Yo sé que tengo mi hueco, mi pareja tiene su barco y todo va para la misma casa, pero me gustaría decir que soy patrona.

¿Qué te aporta el mar?

Hay días que son duros, como en cualquier otro trabajo. Yo me monto en el barco y tengo una gran sensación de tranquilidad y libertad. Estamos mi pareja y yo y el mar y lo que nos pueda dar. 

Yo huelo el mar y me da vida. 

¿Cuál ha sido tu peor momento a bordo del barco? 

Fue el primer año, mi pareja quiso salir y yo veía que nadie más salía por temporal. Pero él pensó que no hacía tan mal tiempo. Llegamos a levantar una red, yo iba al timón, había muy mala mar, y él me dijo “pon proa al mar”, para que no entraran las olas en el barco, pero yo no podía girar el barco y empecé a ver que  se llenaba de agua. Le dije “tira todo, tira todo, que no quiero morir aquí”. Llamé por teléfono a mi padre para decirle que me iba a morir, mi cabeza no pensaba otra cosa, me iba a morir en la puerta de casa. Lo pasé muy mal, pero me valió para no ponerme nerviosa en otros malos momentos. 

Hay días que es mejor no salir al mar.

Si hay mucho viento es imposible controlar el barco y es mejor decir no vamos.  Días hay muchos, por un día no merece la pena dejarse la vida. En todos los pueblos marineros se conocen muchos casos de gente que se lleva el mar, siempre hay alguien cercano que ha perdido a alguien. El padre de mi abuela murió en el mar y nunca se encontró el cuerpo. 

En el barco estamos mi pareja, yo, el mar y todo lo que nos pueda dar

Y aparte de los temporales, qué es lo que más miedo da en el mar. 

Me gustaría cambiarlo, pero lo que más miedo me da es el congrio, porque es una especie extraña, como una culebra con unos dientes enormes y abre la boca y parece que te va a atacar. Como un congrio te coja la mano… 

¿Algún consejo para una chica joven que quiera vivir del mar?

Que le de para adelante, que si le gusta no lo piense, todas podemos hacer lo que nos proponemos. 

Por tu edad, tú eres el futuro del mar. ¿Cómo lo ves?

Si se abren los parques eólicos, lo veo difícil. Si dejan que el mar siga su curso, creo que podemos seguir viviendo de él, siempre que lo respetemos. Nosotros tenemos normas para que las especies se puedan regenerar, se cierran las capturas del pulpo, el berberecho para que críen y crezcan, pero  luego ves que quieren echar vertidos a la ría o construir eólicos y eso no es bueno para el mar.

Fotos: Cortesia de María Maceiras

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