Imagen de Sara Fernández: «Corremos en carreteras reales donde no hay escapatoria»

Sara Fernández: «Corremos en carreteras reales donde no hay escapatoria»

- 12/06/2023 -

Sara Fernández, copiloto de rallies

Ha pasado toda su vida entre coches y motos, yendo de una carrera a otra con su padre y hermanos. En 2021 esta cántabra de Camargo, que hoy tiene 37 años y es la abanderada de la selección española, fue la primera mujer campeona de Europa, título que aspira a revalidar por tercera vez esta temporada. Hablamos con ella a punto de marcharse a competir en Estonia. El tiempo que no está compitiendo o entrenando, lo dedica a gestionar una granja familiar en Camargo. A pesar de los accidentes, las lesiones y las horas fuera de casa, lo peor para ella es la labor de tener que buscarse los patrocinios. Su ilusión: ir al Campeonato del Mundo, pero para ello necesita financiación, que cada vez es más complicada encontrar. 

¿Cómo llegas al mundo del motor?

Mi familia siempre ha estado vinculada al mundo de la competición y del motociclismo. Mi padre fue subcampeón de España de motocross y mis dos hermanos también han competido en el Campeonato de España, así que en casa hemos crecido con los valores y la pasión del deporte. He viajado junto a mi familia de carrera en carrera haciendo kilómetros por toda España, para nosotros es un estilo de vida.

Empecé en el mundo de los rallies en el año 2005 en el campeonato de Cantabria. Los primeros años fue todo un hobby hasta que en el 2012 decidí dar el salto al campeonato de España con Adrián Díaz, piloto de Lugo, y todo empezó a ser más profesional. A partir de ahí fui creciendo poco a poco hasta que en 2016 empecé a correr con Efrén Llarena y comenzó mi carrera profesional fuera de España. Años después ganamos el Campeonato de Europa junior y dos veces el absoluto.

«Hoy en día vivimos presionados con el presupuesto». 

¿Quiénes eran tus referentes cuando eras pequeña? 

Todos mis referentes son masculinos, hace décadas no había muchas mujeres en los rallies, excepto Michele Mouton y Fabrizia Pons y ellas fueron un referente. Las nuevas generaciones tienen más modelos femeninos, es más fácil. De las mujeres que compiten ahora, me gusta mucho Ilka Minor, una gran profesional, coincidimos mucho en el campeonato de Europa. 

¿Qué tiene este deporte de especial?

Me encanta el deporte en general, pero para mí competir con coches lo es todo, es mi vida. Especialmente me gustan los rallies porque es la disciplina del automovilismo más compleja y difícil. Los tramos son carreteras reales donde no hay escapatorias y donde es imposible memorizar todas las curvas. La importancia de las notas es vital. La función del copiloto es importante, hay mucha exigencia y trabajar bajo presión es algo que me gusta mucho.

«Los copilotos no somos pilotos frustrados».

¿Y qué sientes cuando estás en el coche? 

Para mí es casi una terapia, al estar tan concentrada no existe nada más en el mundo. A mí me gusta ganar, yo no quiero correr por correr, me gusta estar en ese nivel de competición, lo importante es ganar. 

¿Y cuál es la parte más dura del mismo? 

Desde luego que la parte más amarga de las carreras son los accidentes graves, cuando físicamente te haces daño. Es un poco duro cuando estás a miles de kilómetros de casa y tienes un accidente fuerte y tienes que pasar por quirófano o estar hospitalizada. Pero afortunadamente cada día hay más medidas de seguridad para hacerte el menos daño posible. Pero si no hubiera ese riesgo yo creo que no me gustaría lo mismo. Al final, saber que si cometes un error puedes chocar y hacerte daño es algo que me mantiene viva y siempre alerta. Requiere mucha concentración y responsabilidad.

Otra parte dura de este deporte es cuando ves que eres competitivo, pero no tienes patrocinadores ni recursos para llegar a lo más alto. Ojalá pudiéramos competir sin tener que estar preocupados de todo eso, pero hoy en día vivimos presionados con el presupuesto. Nosotros estamos preparados para ir al Campeonato del Mundo, pero aún no tenemos presupuesto suficiente. 

«Saber que si cometes un error puedes chocar y hacerte daño es algo que me mantiene viva y siempre alerta».

¿Recuerdas el peor momento de tu carrera deportiva?

Un accidente en República Checa la temporada pasada. Se rompió la dirección en una zona muy rápida y chocamos contra un árbol. El coche quedó destrozado y nosotros tuvimos varias vértebras fracturadas. Pasamos por quirófano y a la semana siguiente ya estábamos compitiendo. A este nivel pasa todo tan deprisa que no tienes tiempo de asimilar nada, así que todo se supera muy rápido. Acabas un rally y lo mismo ya estás pensando en el siguiente. Es una rueda que nunca para.

Sueles decir que este deporte es muy igualitario, no hay barreras físicas, y hombres y mujeres pueden hacer lo mismo.  Sin embargo, eres una de las pocas mujeres en un mundo aún muy masculino. Antes habías pasado también por el fútbol. ¿Has tenido alguna vez dificultades por ello en uno u otro ámbito?

Yo me siento en igualdad de condiciones que cualquier otra persona. El rally es un deporte más mental y de valentía que físico. Yo soy la única chica de tres hermanos, pero me he criado haciendo las mismas cosas que ellos, jugábamos con coches, hacíamos circuitos con las bicis… También cuando era niña jugué en fútbol sala y fútbol 7 es un equipo mixto y me lo pasé muy bien. Lo que sí es cierto es que cuando empecé en rallies tuve que ganarme el respeto de todo el mundo, haciendo súper bien mi trabajo y sobre todo siendo discreta. No hablaba con nadie, era súper desconfiada, siempre iba a lo mío… Cuando destacas porque eres la única es también una presión añadida, porque todo el mundo está pendiente de ti. Pero esto no es nada, en España las deportistas estamos bien valoradas. Hay otros países con otras culturas donde la mujer esta totalmente infravalorada y no se la respeta. Es ahí donde tenemos que luchar para cambiar las cosas. 

Cada vez hay más niñas en los karts que sueñan con correr rallies o carreras algún día. ¿A qué crees que se debe esto? 

Cuando empecé había muy pocas mujeres en el automovilismo. Hoy en día cada vez se ven más niñas que empiezan desde el karting, que es la base del automovilismo. Vienen pisando fuerte y yo me siento súper orgullosa. Seguramente se deba a que cada día hay más referentes en el mundo de la competición, como lo fue María de Villota. Pero la clave de todo esto es que sean apoyadas por sus familias. El automovilismo es un deporte muy caro y que requiere de muchas inversiones, por eso las familias tienen que estar ahí desde el minuto uno. Poco a poco las madres van perdiendo muchos de los prejuicios que había hace décadas y eso es en lo que hay que seguir trabajando por el bien de las nuevas generaciones. También hay que apoyar a las niñas para no solo competir, también para trabajar en el automovilismo como ingenieras, mecánicas, jefas de equipo… Hay un montón de posibilidades para las mujeres, no sólo en puestos de marketing o publicidad. 

¿Qué supone ser la capitana de la selección de automovilismo española? 

Abanderar a mi país es súper especial. Cuando era niña me encantaba ver las olimpiadas y me sentía súper orgullosa de ver nuestra bandera de España compitiendo por el mundo. Así que, cuando me vi representado a nuestro país, primero con el Rallye Team Spain y luego con la Selección Española de Automovilismo, se cumplió un sueño para mí. Siempre he creído que el deporte une a las personas. Cuando ganas y suena el himno de España es un sentimiento muy especial. Me siento muy afortunada de haber conocido un montón de países y culturas, porque me han hecho crecer como persona, tener empatía y aprender a respetar.

¿Sueñan los copilotos con coger los mandos del coche?

Los copilotos no somos pilotos frustrados. A mí me encanta cantar notas y es en lo que me he centrado estos últimos años. También he corrido de piloto en alguna carrera de montaña y en rallies. Pero me es imposible compaginar todo a la vez así que cuando tengo ganas de pilotar voy al karting con mis amigos.

¿Un consejo para quienes quieren dedicarse a esto? 

Que luchen por sus sueños, pero siempre con los pies en el suelo. El deporte fácilmente te pone en tu sitio cuando las cosas no salen bien y hay que estar siempre preparados para todo eso y encajar los golpes. También es importante no dejar los estudios o el trabajo. La vida de un deportista no es eterna y ser deportista de alto nivel exige muchísimo tanto físicamente y mentalmente como en la vida personal. 

¿Y tu sueño cuál es? 

Competir en el campeonato del mundo de rallies. No descarto ir al Dakar, es una disciplina en la que se premia más la resistencia y hay que cuidar mucho la mecánica. Pero el rally es velocidad y es lo que más me gusta ahora.

¿Cuándo se retira uno de las carreras?

Es una pregunta difícil, el automovilismo te permite estar en competición, como Carlos Sainz. Este es un deporte más mental que físico. Yo estoy en el mejor momento de mi carrera deportiva y me gustaría seguir compitiendo ocho años más, pero depende de cómo estés, de las lesiones.

Fotos: cortesía de Sara Fernández.

Noticias relacionadas

Leave A Comment